Por su parte, Anthony
Nelson Page (Tony para sus amigos) había nacido en Londres el 25 de
febrero de 1919 con fines de Géminis ascendiendo. Venido de pequeño a
Buenos Aires con sus padres inmigrantes, hizo carrera dentro de
una compañía de seguros inglesa y mientras perseguía sus búsquedas
espirituales y esotéricas en la arcana Buenos Aires de los 40, conoció muy joven a Wendel Polich y
así comenzó su tan fértil
colaboración.
Wendel Polich y Anthony Nelson Page en la
década del 60
Según ellos mismos y el
testimonio actual de sus allegados, llegaron a la propuesta del sistema
(que en muchos programas de computación y siguiendo la tradición, no aparece con el nombre Topocéntrico
sino con el de sus autores Polich-Page) no a través de una feliz especulación
intelectual, sino por los resultados de su
investigación experimental. Buscando determinar de
una vez por todas el correcto sistema de Casas, decidieron testear a
cada uno de ellos con una carta de la cual se sabía la hora con total
seguridad y que se correspondía con una persona que había realizado
varios viajes importantes. Así, con una técnica predictiva que era
considerada muy precisa por una larga tradición (las direcciones
primarias no eclípticas usando como clave anual el movimiento diario
del Sol medio sobre el Ecuador) y que era muy dependiente del sistema de
Casas que se considerara, calcularon el lugar preciso en el que según
los aspectos afines hubiera
debido estar en cada caso la cúspide de la Casa IX (y de hecho, todo el
plano de sección de la Casa en cada sistema), y
de esa manera descartar el método de división de Casas que no diera
resultados satisfactorios en términos de exactitud.
Cuando comprobaron azorados
que ningún sistema funcionaba como esperaban y que, lo más extraño, el
plano ideal de sección no formaba una curva (como debía suceder en la
esfera), sino una recta, debieron volver a fojas cero y repensar los
datos que tenían entre manos, ya que los resultados eran
replicados una y otra vez cuando probaron con otros casos de hora segura
y con otras cúspides y eventos. Así, en un alarde de imaginación
creativa e intuición receptiva guiadas por la lógica matemática,
se dieron cuenta de que el
problema en los datos radicaba en que se los estaba calculando para el
centro de la esfera celeste,
cuyos movimientos a nuestro
alrededor son surgidos desde luego del movimiento de la Tierra,
pero
de la cual el centro estaría en el centro de la Tierra, mientras que
nosotros
por supuesto no estamos allí, sino en su superficie. De modo
que nosotros registramos el ascender, culminar y descender de los astros
en torno nuestro no desde un "geocentro" (centro de la Tierra) sino
desde un "topocentro" (topos en griego significa "lugar"),
alrededor del cual vemos moverse puntos del cielo que en rigor lo están
haciendo de hecho alrededor del eje terrestre. Por lo que por lo tanto nosotros
seríamos los vértices de un cono alrededor del
cual se mueven durante el día todos los puntos celestes, tal como los
percibimos en su marcha de ascensión.
Es difícil elegir un momento
de entre todos los mencionados para analizarlo
astrológicamente, si hablamos de eventos fundamentales. La edición del primer
artículo en Londres en 1963 coincidiría con cierto orbe de meses con el
simbolismo ya tratado que acompañó al ingreso de Eloy al Caba, pero no era un asunto estrictamente
de la institución. Si de ciencia de los inicios se trata, el primer vínculo
concreto materializado en un hecho público involucrando a la misma fue la primera publicación de
ese mismo artículo en castellano en 1967 en la revista
Astrología. El
Sol dirigido por simbólicas hacía entonces un trígono al Mediocielo y al Plutón
en Virgo en Casa X, mientras el Ascendente Sagitario dirigido le hacía
un trígono al Sol en Aries y Mercurio también desde Aries trígono tanto
al Ascendente como a Urano en la Casa IX, a la par que Saturno hacía
conjunción al Júpiter en Acuario: todos los elementos que habíamos
identificado con el costado científico de la carta del Caba se ponen
en juego de un modo poderoso, exacto (grado de orbe) y armónico,
reflejando la importancia positiva que tuvo para la institución.
También Mercurio progresado hacía trígono al Ascendente
natal, y la Luna progresada estaba pasando por el Mediocielo natal,
mostrando fama y divulgación, en el sentido más literal de la
palabra. Por su parte, Urano en la revolución solar precesional está angular,
opuesto al Mediocielo, mientras que por esos meses Júpiter, regente del
Ascendente natal, en su dinámico tránsito sin retrogradaciones pasa
velozmente por la cúspide de la Casa IX de las publicaciones, el
extranjero y el conocimiento superior, por el Urano allí ubicado que
simboliza a la astrología, a la ciencia y a los descubrimientos, y
finalmente por el Mediocielo, con su simbolismo de reconocimiento y
encumbramiento (el regente de I llegando a su máxima culminación).
El fallecimiento de Page en 1970 y mucho más el de Polich en
1979 implicaron una cierta interrupción del topocentrismo en el Caba y
en la Argentina en general.
Quizás por las exigentes competencias matemáticas que requiere,
el sistema no solo no fue ahondado y llevado más allá de la propuesta
de
sus autores, sino que en su práctica concreta casi pareciera no tener
más cultores, pese a que las herramientas informáticas actuales
facilitan mucho las cosas. Ojalá en el futuro logren cambiar la
situación, pero ésta viene de lejos: cuando en 1987 me interesé
vivamente
en el sistema, no lograba que nadie supiera explicarme nada (excepto
quizás Roberto Martori algunos detalles), y me estoy refiriendo a
apenas
ocho años del fallecimiento de su principal autor y a seis de las
tablas
de casas. Me las arreglé por mi cuenta, al igual que años
después Silvina Simonovich, que como ingeniera se sentía más a sus
anchas con la trigonometría esférica involucrada.
Recuerdo cómo cada tanto yo importunaba a Eloy como un moscardón
fastidioso
con que debíamos hacer algo con el Topocéntrico, que era parte de la
vida del Caba, que teníamos una responsabilidad histórica, etc.,
mientras me
escuchaba impertérrito con su porte de prócer, seguramente sabedor,
como yo
mismo ahora, de que no se puede editar y difundir algo así como así
cuando no
hay una autoridad intelectual viva que lo pueda respaldar
adecuadamente,
en caso de ser necesario. Si la astrología sigue en pie con alguna
mínima decencia,
sé que en un futuro no muy lejano sucederá, aunque no haya podido
ser yo la persona que hiciera lo necesario al respecto.
Claro que hay otro investigador en el campo de la astrología que poco se menciona de forma seria y se trata de Germán Rosas, pero aqui publico una prueba de ello, porque yo estudie con Germán un buen tiempo, cuando todavía vivia en Cordero, estado Táchira, leamos...
Carta de Prof. W. Polich al Prof. G. Rosas: para quienes les agrada los procesos de la investigación en astrología
dirección internet: http://www.astroescuela.com/gr/cartapolich1.html
Una de las Cartas de la Correspondencia que envió Wendel Polich a Germán Rosas en el año 1978.
información: sistemagr@yahoo.com
Wendel Polich (wikipedia) - Germán Rosas
NOTA:
es
una carta manuscrita enviada por el Prof. Wendel Polich desde
Quilmes, Argentina al Prof. German Rosas (Cordero, Venezuela) con motivo
de la publicación del libro titulado:
"Técnica de Interpretación Astrológica" del Prof. Rosas, en 1976.
Era 1978 cuando el Prof.
Rosas recibió esa carta, y estaba dedicado al estudio del tema de las
tolerancias de los vectores (orbes de los aspectos) y las leyes de los
sucesos y de la predicción.
OM
Mis Celulares son: 0412 6248875 y 0416 6248875
Juan Boñón