Sinastria Astrológica “el arte de relacionarse”
Descubriendo la Variable Cósmica
Decía Gaston Bachelard: “La alegría de la TIERRA son: las reglas y los impedimentos. La alegría ACUATICA es: la dulzura y el sosiego. El placer del FUEGO es: el deseo y el amor. La delicia del AIRE es: la libertad y el movimiento. Y se complementa con lo que dice Goethe: “Todos tenemos ciertos poderes eléctricos y magnéticos en nuestro interior, y nosotros mismos ejercemos una fuerza que atrae y que repele, según nos acerquemos a algo semejante o diferente”.
Desde el punto de vista ASTROLOGICO fundamentado en la física, la comunicación se concibe como un intercambio de energía.
El universo en su totalidad, es una red de relaciones de ENERGIA que se estructuran en diferentes niveles.
La energía no es un ente físico real, ni una "substancia intangible" sino sólo un número escalar que se le asigna al estado del sistema físico, es decir, la energía es una herramienta o abstracción matemática de una propiedad de los sistemas físicos. La energía del vacío es una energía de fondo existente en el espacio incluso en ausencia de todo tipo de materia. La energía del vacío tiene un origen puramente cuántico y es responsable de
efectos físicos observables como los agujeros negros cósmicos.
La energía es una magnitud física abstracta, ligada al estado dinámico de un sistema cerrado y que permanece invariable con el tiempo. Todos los cuerpos, (el cuerpo humano y los cuerpos celestes), por el sólo hecho de estar formados de materia, contienen energía; además, pueden poseer energía adicional debido a su movimiento, a su composición química, a su posición, a su temperatura y a algunas otras propiedades.
El ser humano es la síntesis y la condensación de las energías, por ello las interrelaciones que se establecen entre las diferentes personas representan un intercambio de energía que puede ser cuantificada, manejada en función de un propósito de evolución y progreso, si se tiene información astrológica con datos exactos de su fecha hora y lugar de nacimiento.
Si la ciencia astrológica puede medir el intercambio o el juego de las energías y fuerzas a nivel macrocósmico; por ejemplo la acción gravitatoria y electromagnética del Sol, la Tierra y la Luna; y a nivel microcósmico, por ejemplo las interrelaciones de energía a nivel atómico entre los electrones, protones y neutrones, todo esto sintetizado en la vida del ser humano o sea en la Energía Celular. Suena moderno, pero es tan antiguo como la vida misma. Y es la verdadera cimentación de una buena salud. Cuando tenemos energía celular, pensamos mejor, nos sentimos mejor, nos movemos mejor, nos vemos mejor y nos desempeñamos mejor. Esto se debe a que a un nivel físico muy básico, nuestras células son responsables de todo lo que hace nuestro cuerpo.
Células saludables significa mejor vitalidad, mayor claridad mental, mejor control de peso y mejor desempeño físico. La energía celular también desactiva el proceso de envejecimiento producido por la degeneración de las células. Es como decir, que al tener una energía celular óptima es como tener nuestra fuente de la juventud interna y eterna.
Todos los seres humanos tenemos trillones de células. Dentro de cada una de ellas existen pequeñísimos generadores de energía llamadas mitocondria. La Mitocondria convierte los alimentos que ingerimos en ATP, un tipo de combustible especial el cual carga las células de energía, y por lo tanto a nosotros. Desde parpadear hasta pensar, desde caminar hasta hablar, utilizamos ATP para casi todo lo que hacemos. Saludables, las células vitales producen una cantidad enorme de ATP, alrededor de 36 moléculas de ATP por cada molécula de glucosa almacenada. Al mismo tiempo, el ATP provee cantidades enormes de energía para los procesos y reacciones que mantienen nuestras células vitales y saludables. Para darte una idea de la cantidad de energía ATP necesaria en nuestros cuerpos, los científicos calculan que tan solo una célula del cerebro humano requiere de diez millones de moléculas de ATP por segundo para llevar acabo sus funciones. Lo bello del proceso metabólico es que cuando nuestras células tienen los ingredientes correctos, ellas pueden desarrollar más de la suficiente energía necesaria para sus funciones. De hecho, las células vitales saludables pueden hacer aun esa energía extra para repararse así solas si tienen el suficiente ATP almacenado. Así que, antes de que nuestras células lleven acabo la mitosis, o división celular, ellas pueden reparar su propio ADN, por ello asegurándose que nuestra siguiente generación de células también sean saludables.
Como estamos hablando sobre SINASTRIA, el nuevo paradigma generado por la influencia cósmica define el porque se desencadenan profundas crisis en la forma como se interrelacionan los seres humanos; hechos que se ven ilustrados por ejemplo en el alto índice estadístico de divorcios de todos los países o estados del planeta Tierra, afectando seriamente la célula familiar.
Si nos vamos al mundo gerencial empresarial encontramos lo siguiente: ¿Qué hace eficaz a un ejecutivo? por Peter Drucker.
Los grandes ejecutivos pueden ser carismáticos o sin brillo, generosos o tacaños, visionarios u orientados a los números. Pero todo ejecutivo eficaz sigue ocho reglas sencillas.
Un ejecutivo eficaz no necesita ser un líder en el sentido que actualmente se le da a este término. Harry Truman, por ejemplo, no tenía ni una pizca de carisma, pero fue uno de los jefes de Estado más eficaces en a historia de Estados Unidos. Durante mis 65 años de carrera como consultor, algunos de los mejores CEO corporativos y de entidades sin fines de lucro con los que he trabajado no eran líderes estereotípicos. Eran muy diversos en términos de personalidad, actitudes, valores, fortalezas y debilidades. Variaban de extrovertidos a solitarios, de relajados a controladores, de generosos a parsimoniosos.
Lo que los volvía eficaces a todos es que seguían las mismas ocho prácticas:
• Preguntaban ¿Qué hay que hacer?
• Preguntaban ¿Qué le conviene a la empresa?
• Desarrollaban planes de acción.
• Asumían la responsabilidad de sus decisiones.
• Asumían la responsabilidad de comunicar.
• Se centraban en oportunidades en vez de problemas.
• Conducían reuniones productivas.
• Pensaban y decían “nosotros” en vez de “yo”.
Las dos primeras prácticas les permitían obtener el conocimiento que necesitaban. Las cuatro siguientes les ayudaban a convertir ese conocimiento en acción eficaz. Las dos últimas aseguraban que toda la organización se sintiera responsable.
Si esta misma técnica de Drucker lo llevamos a las relaciones de pareja y por ende a todos los integrantes del mundo familiar, sumando el conocimiento astrológico, eso es lo que llamaríamos un VERDERO VALOR AGREGADO produciendo cambios extraordinarios de mejoras tanto en las empresas como en las familias pero en especial en las parejas.
Lic. Juan Boñón Aquino
Astrólogo Vanguardista
astrosjba@gmail.com
Celular: 04126248875
